Apatía es una de esas largas reflexiones de la juventud contemporánea hecha
película. Constantemente nos recuerda cómo funciona la vida; “No es el destino es el camino”. “No es que
no importe, sino que no duela”.
Una gran “familia apática” acuño estos pensamientos. Con la dirección de
Arturo Ortegón y en conjunto con Mancel Martínez escribieron en 2004 el
guión de este largometraje de carretera. Una oda a la independencia y la
rebeldía, con un buen tratamiento cinematográfico.
“Trabajamos en la elaboración de una historia que buscaba, en cierta medida servir como anecdotario y como exorcismo de muchas cosas personales y comunes a muchos de los miembros realizadores de la película. Entonces hicimos una recolección de nuestras vivencias y lo traducimos a un guión” asegura Ortegón emocionado.
La opera prima de Arturo Ortegón, realizador de cine y televisión de la Universidad Nacional, narra
la visión de tres jóvenes viajeros
destacándose: la búsqueda de un amor
intenso pero incomprendido, el interés por lo mundano y el querer ser percibido como una persona
independiente.
Img:
Apatia / Javier Gardeazabal - Héctor Chiquillo - José Restrepo / Edición:
Julieth Velasco.
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Un cuarto viaje al interior
del ser, de un escritor, mira a través de este proceso los problemas de la
sociedad colombiana, la película no
pretende ser prejuiciosa.
“Colombia hasta sus niveles más básicos es un
país de gente cortes, educada, pero también tiene un problema de raíz, un problema social, un problema de clases muy
arraigado desde que se inicio el país. En Apatía queríamos conseguir un feeling de ese país ambiguo.”
En este marco los sucesos de
la historia nacional, son tomados con gran peso para argumentar el enfoque de
los viajeros. Qué al igual que muchos jóvenes han visto la realidad en la pantalla del
televisor.
Las interpretaciones
principales están a cargo de María D’almazzo (Ana María Córdoba), Javier
Gardeazabal (Lucas Sánchez), Héctor Chiquillo (Andrés Castellanos), José
Restrepo (Eduardo Jiménez) y Quique Mendoza (Julián Caicedo). Vea el resto del reparto
“En
el plató los actores asimilaron el guion, se fueron muy a lo que habíamos
pensado del guion pero también echaron mucha mano de sus propios recursos. Fue
una maravilla poder encontrar unos actores que sobre la marcha, en el tiempo,
buscaban el personaje junto conmigo.” Comenta Arturo Ortegón,
manifestando su gratitud por el trabajo.“Nosotros queríamos que hubiera un paisaje musical y nos alimentamos mucho de la música. Hay un balance muy interesante, con músicos que están haciendo su primer o segundo trabajo.
Contamos con Héctor Chiquillo quien volcó toda esa emoción de 28 días de rodaje que acabo llamándose Apatía, una canción para el camino”
Tambien se observa una fotografía icónica que logra quedarse en la memoria de quien la ve.
En el trabajo de Arturo Almanza, se puede
percibir la geografía en la que fue rodada la película. Así la describe Ortegón.
“La
película requiere una narrativa de
grandes planos, grandes vistas pero además planos detalle. Estamos muy orgullosos
de nuestro director de fotografía Arturo Almanza, y de su equipo de fotografía.”
Otro de los puntos sobresalientes
los asimila de la siguiente forma “El
resultado es una película de cine digital pero completamente cinematográfica”.
Apatía,
una película de carretera nos invita a reflexionar, cumple con lo que promete.
Inspirada, existencialista, narra a Colombia con ojos jóvenes, Apáticos.
Inspirada, existencialista, narra a Colombia con ojos jóvenes, Apáticos.
Cerramos esta charla con Arturo Ortegón con un saludo y una gran
invitación para todos los Cinéfilos:
NOTA: En Cinéfilos Radio agradecemos a María Fernanda Malaver, Jefa de Prensa de la Escuela Nacional de Cine, por la confianza depositada en nuestro proyecto. También un sentido saludo a Arturo Ortegón por recibirnos y hacernos sentir parte de la familia de Apatía.
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